Al hablar del polvo de sílice, es fundamental distinguir entre la sílice cristalina (o sílice libre) y la sílice amorfa, dos formas de sílice con efectos para la salud muy diferentes, que a menudo se confunden debido a la desinformación. La sílice cristalina es mucho más dañina y su liberación está estrechamente relacionada con los equipos de procesamiento de áridos, que se utilizan ampliamente para triturar, cribar o moler áridos naturales como rocas y arena.

Sílice cristalina: el asesino invisible
La sílice cristalina abunda en rocas, arena y materiales de construcción. Cuando estos materiales se procesan con equipos de procesamiento de áridos, como trituradoras, molinos o plataformas de perforación durante la producción de áridos, se libera al aire polvo fino de sílice cristalina. Estas diminutas partículas evaden fácilmente las defensas del sistema respiratorio y se depositan en las profundidades de los pulmones. La inhalación prolongada causa silicosis (una enfermedad pulmonar fibrótica) y aumenta el riesgo de enfermedades respiratorias y cáncer de pulmón; la OMS clasifica la sílice cristalina como carcinógeno humano.
Sílice amorfa: un compañero relativamente inofensivo
En marcado contraste con la sílice cristalina, se encuentra la sílice amorfa, que existe principalmente en forma de vidrio en nuestra vida diaria. El vidrio, una sustancia aparentemente común pero fascinante, se produce calentando arena (compuesta principalmente de sílice) a alta temperatura y enfriándola rápidamente. Durante este proceso, las moléculas de sílice, que de otro modo formarían cristales, no pueden organizarse ordenadamente debido al rápido enfriamiento, lo que da lugar a una estructura amorfa conocida como sílice amorfa.
A diferencia del polvo de sílice cristalino, la inhalación de polvo de vidrio no supone un riesgo cancerígeno. Sin embargo, la inhalación excesiva y prolongada puede causar irritación y daños al sistema respiratorio, como asma y otros problemas respiratorios. Afortunadamente, el cuerpo humano posee una capacidad de autolimpieza que le permite expulsar gradualmente la sílice amorfa inhalada en pocas semanas.
Diferenciación en profundidad y prevención científica
Para proteger la salud, debemos abordar los riesgos de los equipos de procesamiento de áridos. En los lugares de trabajo que utilicen estos equipos, respete estrictamente las normas de seguridad: use mascarillas y gafas protectoras contra el polvo para reducir la inhalación. En procesos como la trituración o molienda, que generan polvo de sílice cristalina, utilice trabajo húmedo o ventilación para reducir los niveles de polvo. Asimismo, refuerce la vigilancia de la salud ocupacional de los trabajadores que operan equipos de procesamiento de áridos y proporcione educación sobre los riesgos de la sílice.
En resumen, los impactos sobre la salud de la sílice cristalina y la amorfa difieren marcadamente. Abordar los riesgos de los equipos de procesamiento de áridos —mediante un uso seguro y la prevención— es fundamental para protegerse de los daños causados por el polvo de sílice.
